La Práctica Profesionalizante, está destinado a posibilitar la integración y contrastación de los saberes construidos en la formación, y garantizar la articulación teoría-práctica en los procesos formativos a través del acercamiento de los estudiantes a situaciones reales de trabajo. Cada una de las actividades planificadas a lo largo de la carrera está orientada a desarrollar en el alumno habilidades prácticas con responsabilidad creciente bajo un sistema de formación programado y supervisado por personal docente. Se incluyen horas de trabajo de prácticas observacionales, que permitan desarrollar habilidades prácticas en la observación, recolección de información mediante diferentes técnicas, análisis de resultados y elaboración de informes siguiendo formatos estándares.

Por tanto, se privilegia fundamentalmente el trabajo de campo de los estudiantes, desde una perspectiva de permanente recuperación teórico práctica de las experiencias que realizan con el acompañamiento del equipo docente durante el proceso de acercamiento/conocimiento de una realidad particular y su contexto.

La teoría nos posibilitará desde el inicio, trascender lo observable, lo anecdótico, la apariencia; para adentrarnos al proceso de búsqueda de relaciones y de significados. Permitiendo dialogar, comprender y buscar estrategias profesionales, lo que implica poner en práctica las competencias de registrar, comunicar información, aplicar actividades  que  les  permitan comprender la realidad del rol del Acompañante Terapéutico a  través de la observación, la investigación  buscando y proponiendo estrategias pertinentes, reflexionando y seleccionando marcos teóricos que les permitan justificar su proyecto en la práctica profesional.

En este sentido, nos interesa preparar a los estudiantes para que puedan ver cuáles son las implicancias, alcances,  limitaciones  y sus múltiples acepciones, en un contexto institucional.